LA CABAÑA DEL TÍO TOM

Hace mucho tiempo, cuando existía la esclavitud y los negros eran comprados y vendidos, vivía en América un esclavo negro muy bueno, el hijo de su amo le llamaba Tío Tom.
El Tío Tom hacía la delicia de los niños, contándoles cuentos a los hijos de los esclavos, e incluso a los de los ricos hacendados que se mezclaban con los negritos.
Pero el señor Shelby, que era el amo de Tom, se arruinó por no hacer trabajar mucho a sus esclavos, y hasta tuvo que vender al Tío Tom para poder pagar sus deudas.
El nuevo amo del Tío Tom era cruel y sometía a sus esclavos a los más duros trabajos, sobre todo al bueno de Tom, envidioso de que todos le respetaban.
Pero el Tío Tom le pagaba con nobleza y resignación, aconsejando a sus compañeros que no se amotinaran: - Dios ve las acciones de los hombres y un día premia o castiga en la Tierra.
Un día el Tío Tom protegió a dos negritas de los latigazos del amo.
-Con tu resignación quieres enfrentar a todos los negros contra nosotros, dijo el amo
El Tío Tom contestó:
- Sólo Dios es el dueño de todos los hombres.
El Tío Tom sufrió tan bárbaro castigo, que pronto moriría. Pero alcanzó a ver al hijo de su primer amo, para volver a llevárselo con él.
- Ésto me hace morir contento, dijo el Tío Tom.
El joven Shelby libertó a todos sus esclavos, siendo imitado por los otros hacendados. Los consejos del Tío Tom no fueron en vano, todos los hombres de la Tierra deben recordar su nombre ...